miércoles, 26 de diciembre de 2012

El ex director de Els Joglars lamenta la reforma litúrgica postconciliar y rechaza las «religiones laicas» que no son «la única y verdadera».



Fue monaguillo durante bastantes años y su afición al teatro nació de la contemplación -o práctica, como en la incensación- de los rituales a los que ayudaba: con estas confesiones arrancó Albert Boadella, ex director de Els Joglars y actual director artístico de los madrileños Teatros del Canal, la entrevista que concedió este sábado a Gonzalo Altozano en No es bueno que Dios esté solo (Intereconomía TV).


 Entre el padrenuestro y la equis
"Desde niño me acostumbré a rezar cada noche un padrenuestro en latín y no lo he abandonado", añadió. Y lo de "en latín" no es casual: "Cuando vi la evolución de los rituales de la Iglesia en los años 70, yo me escandalizaba y tuve necesidad de satirizar y parodiar, sobre todo, la forma, que se había querido entroncar con ciertas formas político-sociales".
Entre las declaraciones de intenciones con las que arrancó el programa, una muy significativa ante la pregunta directa de Altozano sobre si marca la casilla de la X, a saber, un sí implícito: "A mí no se me ocurre ponerla en las ONG y estas cosas. Sin menospreciarlas, la Iglesia es mucho más seria. Cáritas se ha demostrado muy sólida. Yo, ante las religiones laicas, estoy con la única y verdadera, como se decía", responde Boadella, riendo.
"Las religiones laicas me dan pavor", añadió: "Son muy peligrosas. Las conocimos con una ferocidad increíble, como fueron el nazismo y el comunismo. Y las religiones progres, como el medio ambiente, se toman como una militancia religiosa. Me parece peligroso porque sonuna inducción al fanatismo".

No ceder a la modernidad en el arte
Sobre aquello que más le concierne como artista, y antes de una expresiva defensa del "sentimiento y el deseo de lo trascendente" que late en la Semana Santa de Sevilla e "induce a la fe", Boadella expresó un pensamiento muy próximo al de Benedicto XVIsobre la evangelización a través de la belleza: "La Iglesia tiene que acudir al arte, porque el arte ha sido una forma de transmisión de lo intangible. De la Capilla Sixtina a las misas de Palestrina o Juan Sebastián Bach, el arte induce a la sensibilidad de la trascendencia mucho más que el discurso objetivo, científico, teológico. La prueba es que la Iglesia ha utilizado el arte en sus mejores momentos como forma de transmisión. La desaparición de los aspectos más bellos y sensoriales del ritual de transmisión es un batacazo muy duro a eso que se llama la fe y que es algo difícil de captar y de percibir pero que tiene que ver con algo tan poético y extraordinario como la misa que yo había vivido. Con algo muy importante, que era el latín. La desaparición de todo eso me parece enormemente grave".
Y dijo algo más, al lamentar elementos como los arreglos de Miquel Barceló a la catedral de Palma de Mallorca: "El complejo de la modernidad, que lo ha invadido todo, también la Iglesia, es un camino a la frivolidad. Y eso, una Iglesia que ha tenido a su servicio a Miguel Ángel y a Rafael, y a San Agustín y a Santo Tomás de Aquinotrabajando para ella, no lo puede hacer".
Lo mismo respecto a las vestiduras eclesiásticas: "El feligrés está esperando que la relación no sea de tú a tú, que el representante de los misterios divinos se revista de una representación digna e importante".

El Dios de los católicos no practicantes...
Boadella contó que hace dos años estuvo con su mujer en una misa tradicional en la abadía de San Miniato al Monte, en Florencia, y salieron "trastornados" precisamente al ver esos ritos del latín, el incienso y el hisopo: "Era una inducción a sentir ciertas cosas". También en la abadía flamenca de Mont des Cats, donde convivió un tiempo con los monjes y palpó el "extraordinario gozo" de la austeridad y el silencio.
Siempre provocador, a la pregunta de qué tal le caen los católicos no practicantes, Boadella fue tajante: "No me gustan... si se llaman católicos. Si uno dice que es católico, tiene que cumplir, incluso a veces cosas que no le gusten. Creo que son unos aprovechados que quieren imbuirse del prestigio de decir ´soy católico´, para después manipular lo que les parece".

...y el Dios de Dolors y Albert
Boadella, barcelonés de 69 años, casado desde hace 37 con Dolors, confiesa que nunca le ha preguntado a su mujer si ella cree en Dios: "Por un gran pudor de no hablar de estas cosas. Me parecía como una agresión a su intimidad. Yo pienso que sí, pero no quiero ponerla en este aprieto. Eso me sucedió con mi propia madre".
¿Y él mismo? ¿Cree en Dios? "Creer para mí es difícil. Tengo la sensación de que todo está movido por una enorme Inteligencia, en el sentido más alto del término. El hecho de que todos los hombres en todas las civilizaciones hayan tenido el impulso de creer en Dios ya podría ser un indicio de que ese Ser existe, de que lo llevamos dentro. Pero cuando digo ´Ser´ no sé muy bien a qué me estoy refiriendo. Me cuesta más creer en la Revelación historiada, en el sentido de que Jesucristo es el Hijo de Dios: me cuesta más creerlo, a pesar de que lo practico en el sentido de que rezo mi padrenuestro, y cuando veo a la Virgen de la Macarena o del Baratillo tengo emociones de que debe ser la Virgen. Las sensaciones que yo he tenido con el arte, esa sensación de lo intangible, es lo que más me ha llevado a pensar que hay un mundo que desconozco".
La conversación finaliza con la inopinada petición de Altozano de rezar ese padrenuestro en latín que había salido dos veces en la entrevista. Boadella demostró, cumpliéndola, que no iba de farol.

Fuente: Religión en libertad.

lunes, 24 de diciembre de 2012

El cardenal Cañizares se refiere a los abusos litúrgicos



Cañizares: «Los abusos litúrgicos abundan; debemos redescubrir el Vaticano II»

El cardenal Prefecto del Culto Divino presenta la reorganización del dicasterio y el nuevo departamento para la música y el arte: «Las Iglesias no son simplemente lugares de reunión, sino lugares del encuentro con el misterio de Dios»


La Congregación ha tenido una reorganización y hay un nuevo ente dedicado a la arquitectura y a la música sacra. ¿Puede explicar por qué y cuáles son las funciones de este nuevo departamento?
En efecto, en la Congregación para el Culto Divino, a partir del primero de diciembre, se ha constituido un nuevo “ufficio”, esto es, un nuevo departamento dedicado al arte y a la música sagrada al servicio de la Liturgia, con el que se pretende impulsar cuanto se dice a este respecto en los capítulos 6 y 7 de la Constitución “Sacrosantum Concilium”, del Concilio Vaticano II. Es algo que era muy necesario para poder responder de la mejor manera posible y adecuada a las exigencias que, en este doble campo, tiene la liturgia. No cualquier expresión musical ni artística responden a la naturaleza de la liturgia, que tiene sus propias leyes que hay que salvaguardar. Si hoy debemos profundizar en la renovación litúrgica querida por el Vaticano II y potenciar la belleza que en sí misma es y ha de tener la liturgia, un aspecto fundamental para ello es la música y el arte. Que la Congregación para el Culto fomente el arte y la música para la liturgia, ofrezca criterios y orientaciones para este fin en conformidad con las enseñanzas abundantes y con la riquísima tradición de la Iglesia, favorezca relaciones con músicos, arquitectos, pintores, orfebres, etc. Es muy importante; y esto requiere una atención específica y concreta. Por eso y para eso se ha creado este “ufficio” o departamento.

En los últimos 50 años hemos asistido a la construcción, en todo el mundo, de Iglesias que parecen garages, bloques de cemento y demás monstruos. ¿Cuáles son las características que debería tener, según su opinión, una Iglesia católica?
El Catecismo de la Iglesia católica lo expresa de una manera muy clara y sencilla. Este Catecismo presenta la Iglesia-edificio en dos números. En uno dice que las Iglesias «no son simples lugares de reunión, sino que significan y manifiestan a la Iglesia que vive en ese lugar, morada de Dios con los hombres reconciliados y unidos en Cristo». Se entiende que el objetivo más profundo de la existencia de un edificio sagrado, no sea simplemente el hacer posible la reunión de los fieles. Esto es mucho, pero es poco. En realidad, la Iglesia es el lugar del encuentro con el Hijo de Dios vivo, y así es el lugar del encuentro entre nosotros. El Catecismo añade que en la «casa de oración se celebra y se reserva la Eucaristía, se reúnen los fieles y se venera, se adora, para ayuda y consuelo de los fieles, la presencia del Hijo de Dios, nuestro Salvador, ofrecido por nosotros en el altar del sacrificio. Esta “casa de oración” debe ser hermosa y apropiada para la oración, para la adoración y para las celebraciones sagradas. En esta “casa de Dios”, la verdad y la armonía de los signos que la constituyen deben manifestar a Cristo que está presente en este lugar». En fidelidad a estos criterios elementales habrían de ser edificadas las nuevas Iglesias, como se ha hecho en la larga y riquísima tradición de la Iglesia, y así tenemos esas muestras tan extraordinarias de arte. En este siglo, por citar a una Iglesia emblemática que los tiene muy en cuenta, me remito a la Basílica de la Sagrada Familia, de Antonio Gaudí, en Barcelona.

¿Cómo definiría el estado de la música y del canto para la liturgia?
Es preciso reconocer que, a pesar de algunos esfuerzos loables y bien logrados, la música y el canto en la liturgia necesitan una renovación y un nuevo impulso. No olvidemos que la gran renovación litúrgica de San Pío X vino impulsada y acompañada por la espléndida renovación del canto y de la música en la Liturgia llevada a cabo por él. No habrá hoy la urgente y necesarísima renovación si no emprendemos un trabajo serio y eficaz en la renovación de la música y del canto, que no es un aspecto para hacer más gratas las celebraciones, como adorno, sino un elemento de la misma celebración que nos sitúa ante el Misterio, ante la presencia de Dios mismo, que ha de corresponderse con aquello que acontece en la celebración litúrgica, esto es, que el «cielo se abre a la tierra».

Usted es el Prefecto del Culto Divino desde hace cuatro años. ¿Puede recordar brevemente el trabajo que ha llevado a cabo y explicar cuáles son los objetivos para el futuro inmediato?
Sí, se han cumplido en este mes de diciembre cuatro años de mi llegada a este Dicasterio. En ellos, siguiendo la labor rigurosa y muy valiosa de mis antecesores, no he pretendido otra cosa que impulsar la renovación litúrgica del Vaticano II y ese será mi objetivo en el nuevo año. A este fin, además de la necesaria reorganización y nuevo Reglamento del Dicasterio que lleva su complejidad, se está trabajando en ofrecer «orientaciones y directrices para la formación litúrgica» de sacerdotes, de aspirantes al sacerdocio, de personas consagradas, de colaboradores parroquiales en las celebraciones litúrgicas, de fieles cristianos en general, que ayuden a conocer más y asimilar mejor las enseñanzas sobre la liturgia del Vaticano II, en continuidad con la rica Tradición eclesial. Se está preparando también un instrumento, un subsidio, para ayudar a celebrar bien y a participar adecuadamente en la Eucaristía. Se están revisando las «introducciones a los distintos rituales para los sacramentos»: está muy avanzado el que se refiere al sacramento de la penitencia; se está trabajando en la introducción a los sacramentos de iniciación y lo que se refiere a la iniciación cristiana en sí y a la renovación de la pastoral de iniciación; espero que en pocos meses esté la nueva introducción al Ritual para el culto eucarístico fuera de la Misa, particularmente de la adoración eucarística; igualmente está avanzando cuanto se refiere a la actuación del Ritual de Exequias y su introducción. Continúan los trabajos para un quinto volumen de la Liturgia de las Horas. Espero que en unos meses se finalice el borrador del Directorio para la Homilía y se termine un volumen con sugerencias para las homilías para los tres ciclos litúrgicos siguiendo el Catecismo de la Iglesia Católica. No puedo dejar de mencionar lo que ya se está haciendo en el nuevo departamento de «arte y música para la liturgia»: entre otras cosas, preparación de los directorios correspondientes para la música y el arte, en los que ya se está trabajando. Además de otros trabajos en proyecto, y de los encuentros continentales con responsables de la liturgia de las diferentes Conferencias Episcopales, hay que mencionar también la preparación del Simposio Internacional que en febrero de 2014 se realizará sobre la Constitución conciliar sobre la liturgia “Sacrosanctum Concilium”, que esperamos tenga una significativa resonancia.

¿Y la corrección de abusos litúrgicos?
Un asunto que también merece mencionar entre las atenciones de la Congregación es el de las “Visitas ad Limina” de los Obispos, que son de gran interés para difundir los principios para la profundización en la renovación litúrgica querida por el Vaticano II, sin descuidar la ayuda en la corrección de algunos abusos litúrgicos como puesta en práctica de aquella importante Instrucción de la Congregación para el Culto Divino y de la de Doctrina de la Fe, “Redemptoris Sacramentum”, escrita para corregir abusos y ayudar a celebrar y participar bien la liturgia. Todo contribuirá al objetivo principal de que la liturgia ocupe el lugar central que le corresponde en la vida de la Iglesia. Espero que el 2013 sea un año importante en este campo. Me contentaría, sobre todo, con que este Año de la Fe en que nos encontramos se revalorice y revitalice la Eucaristía Dominical, que recuperemos el Domingo y se participe más y mejor en el sacramento de la Penitencia. No obstante la Congregación seguirá adelante con los trabajos que he enumerado.

Según su opinión, ¿cuál es el estado de la liturgia católica en el mundo? ¿Es cosa del pasado la estación de los abusos?
Estoy hablando de profundizar en la renovación litúrgica querida por el Vaticano II, señal clara del estado en que se encuentra la liturgia católica en el mundo. No atraviesa su mejor momento. Claramente necesita revitalizarse, reavivar el verdadero y sentido sentido de la liturgia en la vida cristiana y en la vida de la Iglesia. Se ha hecho mucho, sin duda, pero resulta insuficiente y se necesita hacer más, sobre todo en la línea de que las enseñanzas del Vaticano II entren en la conciencia de cuantos formamos la Iglesia para que, en verdad, la liturgia sea centro de la Iglesia, se a fuente y culmen de la vida cristiana. Desgraciadamente, además de una cierta rutinización de la liturgia y la superficialidad o exterioridad de errores en la fe, a la par que conduce a una desfiguración de esa fe; poner el máximo empeño en corregir abusos es trabajar a favor de la fe; siempre, pero sobre todo este Año de la Fe, todos tenemos una gran responsabilidad en este tema, particularmente los Obispos.

¿Cómo van las traducciones del nuevo Misal a las diferentes lenguas?
Las traducciones en lengua vulgar del Misal van a buen ritmo. Como es sabido, se aprobó ya la traducción en lengua inglesa para todos los países anglófonos. Ha llegado la traducción italiana y se está trabajando en su revisión: espero que no tarde mucho su aprobación. También han llegado dos traducciones en lengua española, la de la Conferencia Episcopal de México y la de la Conferencia Episcopal de España; espero igualmente que no se tarde mucho en su aprobación. Esperamos que lleguen la de los países de lengua alemana, francesa, portuguesa tanto para Brasil como para Portugal y el resto de los países de lengua portuguesa. Con todos ellos, la Congregación está en relación muy directa y colabora estrechamente.

¿Cambiará también en Italia la fórmula de la consagración, pasando de “por todos” a “por muchos”?
Después de la Carta del Santo Padre sobre este tema, tan razonada y convincente, no creo que cambien las cosas: será “por muchos”. Las palabras de la consagración en la Santa Misa dependen directamente de la aprobación del Papa.

¿La constitución conciliar “Sacrosanctum Concilium” sigue vigente? ¿Ha sido aplicada?
La Constitución “Sacrosanctum Concilium” es de una actualidad total y de una riqueza admirable de contenido. Si bien es cierto que lo más visible de la renovación conciliar aparece en la reforma litúrgica, también es cierto que la verdad de la liturgia y las enseñanzas sobre el sentido y espíritu de la liturgia conforme a “Sacrosanctum Concilium” no han entrado suficientemente, no han calado con la profundidad requerida en la mente y en la vida del Pueblo de Dios. Necesitamos, por ello, ahondar más en ella y habrá un nuevo resurgir en la Iglesia, un vigor evangelizador nuevo, una renovación grande de la Iglesia. No está en cambiar las formas, sino entrar, para vivirla, en la interioridad de la sagrada liturgia. Por eso, personalmente, no hablo de “reforma”, sino de profundización en la renovación litúrgica querida por el Vaticano II.

Andrea Tornielli 
Ciudad del Vaticano

jueves, 20 de diciembre de 2012

Tendremos un nuevo Beato argentino




Ciudad del Vaticano, 20 diciembre 2012 (VIS).- El Santo Padre ha recibido esta mañana en audiencia al cardenal Angelo Amato, S.D.B., prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. En el transcurso de la misma, el Papa ha autorizado a la Congregación a promulgar los siguientes decretos concernientes a:
Milagros atribuidos a la intercesión de
-Beatos Antonio Primaldo y sus compañeros, italianos, mártires, asesinados el 13 de agosto 1480 en Otranto (Italia).
-Beata Laura de Santa Catalina de Siena (en el siglo María Laura de Jesús Montoya y Upegui), colombiana 1874 -1949; fundadora de la congregación de las Religiosas misioneras de la Bienaventurada Virgen Maria y de Santa Catalina de Siena.
-Beata María Guadalupe (en el siglo Anastasia Guadalupe García Zavala), mexicana, 1878-1963; Cofundadora de las Siervas de Santa Margarita Maria y de los pobres.
-Venerable Siervo de Dios Antonio Franco, italiano, 1585 -1626, Prelado Ordinario de Santa Lucia del Mela.
-Venerable Siervo de Dios José Gabriel del Rosario Brochero, argentino, 1840-1916, sacerdote diocesano.
-Venerable Siervo de Dios Cristóbal de Santa Catalina (en el siglo Cristóbal Fernández Valladolid), español, 1638-1690, sacerdote y fundador de la congregación hospitalaria de Jesús Nazareno en Córdoba.
-Venerable Sierva de Dios Sofia Czeska-Maciejowska, polaca, 1584-1650, fundadora de la congregación de las Vírgenes de la Presentación de la Bienaventurada Virgen María.
-Venerable Sierva de Dios Margherita Lucia Szewczyk, ucraniana, 1828-1905, fundadora de la congregación de las Hijas de la Bienaventurada Virgen María de los Dolores, llamadas Serafitki.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Manera de celebrar la Forma Extraordinaria



La Eucaristía





Palabras de Mons. Atanasius Schneider, Obispo auxiliar de Santa María de Astana en Kazajistán

ACLARACIÓN: La traducción es de Google Translate.

Para hablar correctamente de la nueva evangelización es fundamental tener nuestra primera mirada a Aquel que es el verdadero evangelista, Nuestro Señor Jesucristo el Salvador, el Verbo de Dios hecho hombre. El hijo de Dios vino a la tierra para expiar y redimir el pecado más grande, por excelencia, la soberbia. Y esto último pecado de la humanidad consiste en la negativa a adorar a Dios, al negarse a reservar el primer lugar, el lugar de honor. Este pecado de la humanidad es que no se presta atención a Dios, que ya no tienen un sentido de las cosas, que nadie quiere ver a Dios, que no quiere arrodillarse ante Dios.

Ante tal actitud, la encarnación de Dios es vergonzoso, bochornoso y la reflexión por igual es la presencia real de Dios en el misterio eucarístico, avergonzando a la centralidad de la presencia eucarística de Dios en las iglesias. El hombre pecador quiere realmente llegar al centro, tanto dentro de la Iglesia y fuera de la Misa, quiere ser visto, quiere darse a conocer.

Esta es la razón por la cual la Eucaristía Jesús, Dios encarnado, presente en los tabernáculos de la forma de la Eucaristía, es preferible colocarlo de lado. Incluso la representación del crucificado en la cruz en el centro del altar durante la celebración de la gente es vergonzoso, porque el rostro del sacerdote que se oculta. Así que la imagen de Jesús crucificado en el centro, así como igualmente la Eucaristía en el tabernáculo en el centro del altar, son vergonzosas. En consecuencia, la cruz y el sagrario se coloca a un lado. Durante la celebración, el cuidador debe ser capaz de observar en todo momento el rostro del sacerdote, el que le gusta, literalmente, ponerse en el centro de la casa de Dios, y si por error a Jesús Eucaristía es por lo menos a la izquierda en su tabernáculo en el centro del altar, porque el ministerio del patrimonio cultural, incluso bajo un régimen sin Dios, prohibió el movimiento por razones de conservación del patrimonio artístico, el sacerdote, a menudo durante la celebración litúrgica, los inescrupulosos dan la espalda.
¿Cuántas veces buenos adoradores fieles de Cristo, en su sencillez y humildad, que exclamó: " Bendito eres tú, Sitios Históricos! Por lo menos te fuiste a Jesús en el centro de nuestra Iglesia. "

Es sólo a partir de la adoración y la glorificación de Dios que la Iglesia adecuadamente puede anunciar la palabra de verdad, que es evangelizar. Antes de que el mundo para escuchar a Jesús, el Verbo eterno hecho carne, predicar y anunciar el Reino, Jesús se quedó callado y ha adorado durante décadas. Esto sigue siendo siempre la ley de la vida y la acción de la Iglesia, así como todos los evangelistas. " Es por la forma de tratar a la liturgia que decide el destino de la Fe y la Iglesia ", dijo el cardenal Ratzinger, nuestro actual Santo Padre, Papa Benedicto XVI. El Concilio Vaticano II quiso traer la realidad de la iglesia y la acción que debe llevarse a cabo por primera vez en su vida. Es así por qué el documento conciliar primero está dedicado a la liturgia. En ella, el Ayuntamiento nos da los siguientes principios: En la Iglesia y de allí a la liturgia, el ser humano debe ser dirigida a la voluntad divina, y para ser subordinado, y también lo que se ve en relación con la acción invisible, en relación a la contemplación, y esto en relación con la futura ciudad, a la que aspiramos (cf.Sacrosanctum Concilium ., 2) La liturgia terrena preguntamos y tomamos parte, de acuerdo con la enseñanza del Vaticano II, el anticipo de la liturgia celestial de la ciudad santa de Jerusalén (cf. ídem, 2)

Para ello, todo en la liturgia de la Misa tiene que servir para expresar con mayor claridad la realidad del sacrificio de Cristo, que las oraciones de adoración, acción de gracias, de expiación, el eterno Sumo Sacerdote presenta a su Padre.

El ritual y todos los detalles de el Santo Sacrificio de la Misa debe incardinarsi en la glorificación y la adoración de Dios, insistiendo en la centralidad de la presencia de Cristo, tanto en la señal y en la representación del Crucificado, que en su presencia eucarística en el sagrario, y en especial a momento de la consagración y la comunión santa. Esta es la más respetada, a menos que el hombre está en el centro de la celebración, la celebración se asemeja a menos de un círculo cerrado, pero también está abierto en una aparición en Cristo, como una procesión con el sacerdote que venía hacia él en la cabeza, más como una celebración litúrgica debe reflejar con precisión el sacrificio de la adoración de Cristo en la cruz, más rico será el fruto de la glorificación de Dios que los participantes recibirán en sus almas, más que el Señor les hace honores.
Cuanto más el sacerdote y los fieles buscan la verdad durante las celebraciones eucarísticas en la gloria de Dios y la gloria de los hombres, y no tratar de recibir la gloria unos de otros, más que Dios los honrará, dejando parte de su alma de una manera más intensa y más fructífero para la gloria y el honor de su vida divina. En la actualidad y en diferentes lugares de la tierra, hay muchas celebraciones de la misa, que podría estar diciendo las siguientes palabras, a la inversa de las palabras del salmo 113,9: " Para nosotros, oh Señor, y de gloria en nuestro nombre ", y también acerca de estas celebraciones se aplican las palabras de Jesús: " ¿Cómo podéis creer vosotros, que usted reciba su gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene sólo de Dios? "(Juan 5, 44).
El Concilio Vaticano II emitió, con respecto a una reforma litúrgica, los siguientes principios:
  1. Durante la celebración litúrgica, el ser humano, la actividad temporal, debe estar orientada a la divina y eterna, a la contemplación y de tener un papel subordinado en relación con este último (cf. Sacrosanctum Concilium , 2).
  2. Durante la liturgia, debemos fomentar la comprensión de que la liturgia terrena participa en la liturgia del cielo (cf. Sacrosanctum Concilium , 8).
  3. No debe haber la innovación, creando así nuevos ritos litúrgicos no, sobre todo en el rito de la Misa, excepto si se trata de un fruto verdadero y cierto de la Iglesia, y siempre que se proceda con cautela que las nuevas formas de reemplazar aborden de manera integral las formas existentes (cf. Sacrosanctum Concilium , 23).
  4. Los ritos de la Misa debe ser tal que lo sagrado se expresa de manera más explícita (cf.Sacrosanctum Concilium , 21).
  5. América debe mantenerse en la liturgia, y especialmente en la Misa (cfr. Sacrosanctum Concilium, 36 y 54).
  6. El canto gregoriano tiene el primer lugar en la liturgia (cf. Sacrosanctum Concilium , 116).
Los Padres del Concilio vieron que sus propuestas para la reforma como la continuación de la reforma de S. Pío X (cf. Sacrosanctum Concilium, 112 y 117) y el Siervo de Dios Pío XII, y de hecho, la Constitución sobre la Liturgia, la más citada es la encíclica Mediator Dei de Pío XII. Papa Pío XII ha dejado a la Iglesia , entre otros, un principio importante de la doctrina sobre la Sagrada Liturgia, y la condena Cie de lo que él llama el anticuario litúrgico, cuyas proposiciones en gran medida coinciden con los de los sínodos y jansenista protestantizzante de Pistoia en 1976 (cf. " Mediator Dei ", n ° 63-64) y que de hecho recordar las ideas teológicas de Martín Lutero. Así que ahora el Concilio de Trento condenó las ideas protestantes litúrgicos, sobre todo el banquete'' énfasis exagerado en la celebración de la Eucaristía, a expensas del carácter sacrificial, la supresión de signos inequívocos de lo sagrado como una expresión del misterio de la liturgia (cf. Concilio de Trento, Sessio xxii ).litúrgicos declaraciones doctrinales del Magisterio, como en el caso del Concilio de Trento y la encíclica Mediator Dei , que se reflejan en la práctica litúrgica siglos, de hecho desde hace más de un milenio, la constante y universal, estas declaraciones, por lo tanto, son parte de ese elemento de la tradición sagrada que no puede ser abandonada sin incurrir en daños importantes en el plano espiritual. Estas declaraciones doctrinales sobre la liturgia, el Vaticano ha tomado, ¿cómo puede constatarsi la lectura de los principios generales del culto divino en la Constitución litúrgica Sacrosanctum Concilium . Como error real en el pensamiento y la liturgia de acción dell'archeologismo, el Papa Pío XII, cita la proposición para dar el altar de la forma de una tabla (véase la Mediator Dei N º 62). Si ya el Papa Pío XII se negó la mesa del altar en forma de imaginar cómo sería , a fortiori, rechazó la proposición como una celebración en torno a una mesa " versus populum "¡ Si la Sacrosanctum Concilium en el n º 2 muestra que, en la liturgia, la contemplación se debe dar prioridad y que toda la celebración de la Misa debe estar orientada hacia los misterios divinos (cf. idem et N º 2 N º 8), hay un eco fiel de la Declaración de Trento, que decía: " Se porque la naturaleza humana es tal que no es fácil para meditar sobre las cosas divinas, sin pequeños dispositivos externos, por esta razón la Iglesia, madre piadosa, ha establecido ciertos ritos, es decir, algunos lugares de la misa, se pronuncia en voz baja, alguna otra más fuerte. Estableció, asimismo, las ceremonias, como las bendiciones místicas, utiliza velas, incienso, ropa y muchos otros artículos de transmisión de la enseñanza y la tradición apostólica, que está poniendo de relieve la majestad de tan grande sacrificio, y las mentes de los fieles se señala a estos signos visibles de la religión y la piedad, a la contemplación de las cosas altas, que están ocultos en este sacrificio . "( SES XXII , cap. 5).he mencionado enseñanzas del Magisterio de la Iglesia, especialmente la de Mediator Dei fueron reconocidos sin lugar a dudas por los Padres Conciliares como plenamente válida y por lo tanto, deben seguir siendo como plenamente válida para todos los hijos de la Iglesia.En la carta dirigida a los obispos de la Iglesia Católica se unió al Motu Proprio Summorum Pontificum del 7 de julio de 2007, el Papa hace esta importante declaración: " En la historia de la Liturgia hay crecimiento y progreso pero ninguna ruptura. Lo que las generaciones anteriores tenían por sagrado sigue siendo sagrado y grande para nosotros también, y no puede ser improvisamente totalmente prohibido o incluso perjudicial . " Diciendo esto, el Papa expresa el principio fundamental de la liturgia, que el Concilio de Trento y el Papa Pío XII enseñó. Si te fijas, sin ideas preconcebidas, y de manera objetiva la práctica litúrgica de la inmensa mayoría de las iglesias en todo el mundo católico en el que es Yo uso la forma ordinaria del rito romano, nadie puede negar honestamente que los seis principios del Concilio Vaticano II litúrgica mencionados se respeten poco o incluso nada. Hay una serie de cuestiones prácticas en la práctica litúrgica de corriente dominante en el procedimiento ordinario, lo que representa una verdadera ruptura con una práctica religiosa continuó por más de un milenio. Estos son los cinco siguientes usos litúrgicos que se pueden considerar como las cinco llagas del cuerpo místico de Cristo del año litúrgico. Estas heridas, que representan una ruptura violenta con el pasado, porque claramente menos énfasis en el carácter sacrificial que es parte central y esencial del desarrollo, presentado el banquete, todo lo cual disminuye los signos externos de adoración a Dios, porque poner menos énfasis en el carácter del misterio que tiene una celestial y eterna. En referencia a estos cinco llagas, que son los que - con la excepción de unas nuevas oraciones (ofertorio) - no se proporcionan en forma de acciones ordinarias rito de la misa, pero se han introducido en una práctica deplorable. La primera plaga, la más obvia, es la celebración del Sacrificio de la Misa donde el sacerdote celebra frente a los fieles , especialmente durante la oración eucarística y la consagración, el tiempo más alto y sagrado, debido a la adoración de Dios froma, lo que corresponde a la naturaleza externa en cuanto a cómo se comportan cuando se comparte una comida. No se encuentra en la presencia de un círculo cerrado. Y esta forma no se ajusta en el momento de la oración y menos aún que el de la adoración. Ahora esta forma, el Concilio Vaticano II no deseable en absoluto y nunca ha sido recomendada por el Magisterio de la postoconciliari Papas. El Papa Benedicto XVI en su prefacio al primer volumen de su OperaOmnia escribe: " la idea de que el sacerdote y la gente debe mirar el uno al otro en la oración surgió sólo en la cristiandad moderna, y es completamente ajeno a la antigua. Sacerdote y pueblo ciertamente no rezan el uno hacia el otro, pero al único Señor. Luego, busquen en la oración en la misma dirección o hacia el Oriente como símbolo cósmico del Señor que viene, o cuando ello no sea posible, hacia una imagen de Cristo en el ábside, hacia una cruz o simplemente hacia el cielo, como el Señor ha hecho en su oración sacerdotal la noche antes de su Pasión (Jn 17, 1). Mientras tanto, está ganando cada vez más, afortunadamente, la propuesta que hice al final del capítulo en mi trabajo: no proceder a nuevas transformaciones, sino simplemente de poner la cruz en el centro del altar, al cual podemos mirar juntos sacerdote y fiel, que se llevó lo que al Señor, que se ora en común. ". La forma de celebración en la que todos tienen sus ojos en la misma dirección ( para poner orientem, para Crucem, ad Dominum ) fue evocada también por rúbricas el nuevo rito de la Misa (cf. Ordo señorita , n. 25, n. 133 y n. 134). La celebración que dice " versus populum "ciertamente no se corresponde con la Sagrada Liturgia, ya que se menciona en las declaraciones de la Sacrosanctum Concilium, n ° 2 et n ° 8. La segunda plaga es la comunión en la mano extendida en todo el mundo . No sólo es este método de recibir la comunión no se ha mencionado en modo alguno por los padres conciliares del Vaticano II, pero introdujo abiertamente por un número de obispos en desobediencia a la Santa Sede y en el desprecio del voto negativo de la mayoría en el año 1968 del episcopado . Sólo más tarde el Papa Pablo VI, titulado de mala gana, bajo ciertas condiciones. El Papa Benedicto XVI, después de la fiesta de Corpus Christi de 2008, distribuye la comunión a los fieles de rodillas y en la lengua, y no sólo en Roma, sino también en todas las iglesias locales a las que visitó. A través de este que le dio a toda la Iglesia un claro ejemplo de la práctica docente en materia litúrgica. Si una mayoría cualificada del episcopado, tres años después del Concilio, se negó la comunión en la mano como algo dañino, ya que muchos padres conciliares lo habría hecho de todos modos! La tercera plaga, son las nuevas oraciones del ofertorio. Están creando una totalmente nueva y nunca se han utilizado en la Iglesia. Ellos expresan menos la evocación del misterio del sacrificio de la cruz a un banquete, invocando las oraciones de la comida judía el sábado. En la tradición de más de mil años la Iglesia de Oriente y Occidente, las oraciones del ofertorio siempre han sido explícitamente articulada con el sacrificio de la cruz (cf. p. Por ejemplo. Tirot Pablo, Historia de las oraciones del Ofertorio en la liturgia romana VII el siglo XVI , Roma, 1985). Tal una creación totalmente nueva es sin duda contradice la clara redacción del Concilio Vaticano II llama " que innovationes ... fiant novas formae ex Formis iam exstantibus Organice crescant "( Sacrosanctum Concilium , 23). La cuarta plaga es la desaparición total de América la inmensa mayoría de las celebraciones eucarísticas de la forma ordinaria en todos los países católicos morir. Se trata de un delito contra las decisiones del Concilio Vaticano II. La quinta plaga es el ejercicio de los lectores y acólitos sevices litúrgicos de las mujeres, así como el ejercicio de tales servicios en vestidos de civil que penetran en el coro durante la misa directamente sobre el espacio reservada para los fieles . Este hábito no ha existido nunca en la Iglesia, o al menos nunca ha sido bien recibida. Se da la misa católica el carácter externo de algo informal, carácter y estilo de una asamblea en lugar profano. El Segundo Concilio de Nicea prohibió ya en 787, estas prácticas, la elaboración de este canon: " Si alguien no está ordenado, no se le permite leer desde el ambón durante la Sagrada Liturgia "(c. 14). Esta regla se ha observado constantemente en la Iglesia. Sólo los subdiáconos o lectores tienen derecho a leer durante la liturgia de la Misa En lugar de perder lectores y acólitos, son hombres o niños, con los ornamentos litúrgicos que pueden hacerlo, y no a las mujeres, siendo un hecho que el hombre en la ordenación sacramental no sacramental de los lectores y acólitos, simbólicamente representa el primer eslabón con las órdenes menores. En los textos del Concilio Vaticano II, no se hace ninguna mención de la eliminación de las órdenes menores y el subdiaconado, o la introducción de nuevos ministerios. En la Sacrosanctum Concilium, n º 28, el Consejo hace la diferencia entre el "ministro "y" fidelis "durante la celebración litúrgica, y afirma que uno o el otro tienen el derecho de hacer lo que les corresponde por la naturaleza de la liturgia. El N º 29 meziona los " ministrantes "cha al servicio de los empleados que no han recibido ninguna orden. En oposición a ellos no habría, scondo términos legales de la época, los " ministros ", es decir, los que han recibido una orden que es más o menos. Con el Motu Proprio Summorum Pontificum , el Papa Benedicto XVI dice que ambas formas del Rito Romano es mirar y tratar con el mismo respeto, porque la Iglesia sigue siendo el mismo antes y después del Concilio.En la carta que acompaña al Motu Proprio , el Papa espera que las dos formas se enriquecen mutuamente. También quiere que la nueva forma " se muestra, más que en el pasado, el sentido de lo sagrado que atrae a muchos hacia el antiguo rito . " Las cuatro heridas o usos litúrgicos infeliz (la celebración versus populum , la comunión en la mano, el abandono total Latina y el canto gregoriano y la participación de las mujeres en el servicio de la lectura y el acólito), no hacerlo por sí mismos no tienen nada que ver con la forma ordinaria de la Misa y también en contradicción con los principios del Concilio Vaticano II la liturgia. Si usted poner fin a estos usos, se remontan a las verdaderas enseñanzas del Concilio Vaticano II. Y luego las dos formas del Rito Romano se acercaría mucho, de modo que, al menos externamente, usted debe ver una ruptura entre ellos y, por lo tanto, no hay ruptura entre la Iglesia ante el Consejo y la de la entrada. En cuanto a la nueva oraciones del Ofertorio, la Santa Sede, sería deseable para reemplazarlos con oraciones o por lo menos igual a la forma extraordinaria, que les permite usar ad libitum. Por lo tanto, no sólo por fuera, pero por dentro, que la ruptura entre las dos formas se puede evitar. La ruptura en la liturgia, es precisamente lo que la mayoría de los Padres del Concilio no quería, testigo de los actos del Consejo, ya que en dos mil años de historia de la liturgia en la Iglesia de Santo, nunca se había roto litúrgica y, por tanto, no siempre funciona. En su lugar debe haber continuidad como debe ser para el Magisterio. Por eso necesitamos nuevos santos hoy en día, uno o más de Santa Catalina de Siena. Necesitamos que la " vox populi fidelis ", que exige la supresión de esta ruptura litúrgica. Pero la trágica historia, es que hoy en día, como cuando el exilio de Aviñón, la gran mayoría del clero, especialmente el alto clero, el contenido de este exilio, esta ruptura. Antes de que podamos esperar que la fruta efectiva y duradera de la nueva la evangelización, el establecimiento deberá proceso de conversión de primera dentro de la Iglesia. ¿Cómo se puede llamar a los demás a convertirse, hasta que, entre los que afirman, sin convencer a la conversión a Dios no es completa, ya que, en la liturgia, no se abordan suficientemente a Dios, tanto interior como exteriormente. Se celebra el sacrificio de la Misa, el sacrificio de la adoración de Cristo, el misterio más grande de la fe, el acto más sublime de la adoración en un círculo cerrado, mirando el uno al otro. carece de la necesaria " conversio ad Dominum ", incluso externamente, físicamente . Debido a que durante la liturgia es como si Cristo no fuera Dios y no cobra mostrar claros signos externos de culto debido a Dios, no sólo en el hecho de que los fieles reciban la Santa Comunión de pie, pero que tomen en sus manos como alimento ordinario, lo toma y se ponen en la boca.Existe el peligro de una especie de semi-arrianismo El arrianismo o la Eucaristía. Una de las condiciones necesarias para una nueva evangelización con éxito sería el testimonio de toda la Iglesia en el culto litúrgico de la opinión pública la observación de por lo menos estos dos aspectos del culto divino, que es a saber: 

  1. ¿Qué hay de toda la masa de la Tierra Santa se celebra, incluso en la forma ordinaria, la " conversio ad Dominum ", tanto interna como externamente necesariamente.
  2. Que la curva de fieles de la rodilla antes de Cristo cuando la Sagrada Comunión, como St. Paul así lo solicita, invocando el nombre y la persona de Cristo (cf. Flp 2, 10) y que he recibido con el mayor amor y el mayor de los respetos posible, como es su derecho como verdadero Dios
Gracias a Dios, el Papa Benedicto XVI ha comenzado, con dos medidas concretas, el proceso de su regreso del exilio en la liturgia de Avignon, a través del Motu Proprio Summorum Pontificum y la reintroducción de la tradicional rito de la comunión. Todavía hay mucha necesidad de la oración y tal vez de una nueva Catalina Santa de Siena, ya que sigue los pasos de otro modo, con el fin de curar a las cinco heridas en el cuerpo y la liturgia mística de la Iglesia y que Dios puede ser venerado en la liturgia con el mismo amor, el respeto, el sentido de lo sublime que siempre han sido la realidad la Iglesia y su enseñanza, especialmente a través del Concilio de Trento, el Papa Pío XII en su encíclica Mediator Dei , el Concilio Vaticano II en su constitución Sacrosanctum Concilium y el Papa Benedicto XVI en su teología y la liturgia, en su enseñanza y la práctica litúrgica en Motu acabo de mencionar. Nadie puede evangelizar a menos que él nos amó primero, y también si no adoran en todo momento y no darle a Dios, a Cristo en la Eucaristía, la prioridad real en la forma de celebrar y durante toda su vida. En aeffetti, en las palabras del cardenal Joseph Ratzinger, "es en el tratamiento de la liturgia que decide el destino de la Fe y la Iglesia."

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jueves, 13 de diciembre de 2012

EL OBISPO ORDENARÁ DOS JÓVENES SACERDOTES PARA LA IGLESIA DE MAR DEL PLATA




Mañana viernes a las 20, la Iglesia Católica de Mar del Plata contará con dos nuevos sacerdotes, Raúl Agustín Escudé y Mario Enrique Fernández Rodriguez; serán ordenados de manos del Obispo de Mar del Plata, Monseñor Antonio Marino. Todo el clero diocesano y religioso, amigos, familiares y los fieles marplatenses pero también venidos desde las distintas ciudades de la diócesis estarán presentes en este momento tan importante para la Iglesia local.
Los jóvenes diáconos –Raúl, 29 años y Mario, 28- pasaran a formar parte del clero diocesano y para llegar a este momento tan esperado, se han preparado durante ocho años en el Seminario San José de La Plata. Ambos destacaron que quieren ser “buenos sacerdotes y presencia de Jesús en todo momento”. “Tengo todas las expectativas para esta etapa, ser un santo sacerdote, puente entre los hombres y Dios. Ser un buen padre en el ejercicio de la confesión, el acompañamiento espiritual, la acogida, la formación. Y en definitiva ser un instrumento dócil en las manos del Señor”, resaltó Raúl Escudé. Por su parte Mario Fernández, enfatizó, “las expectativas son muchas, pero ante todo, poder ser otro Cristo en todo momento y transmitir la alegría del Evangelio a todos a los que están y también a los que están lejos, ‘ir en busca de la oveja perdida’ para que ‘todos podamos ser uno’ en Cristo. Esto en concreto en el encuentro personal con cada uno en la confesión y en la dirección espiritual”.
Raúl y Mario son marplatenses de nacimiento, y vienen de distintas comunidades; de la Parroquia Santa Rosa de Lima y el Movimiento Juvenil Diocesano, el primero y de la Iglesia Catedral y Acción Católica, el segundo. “Siempre quisimos vivir las cosas con alegría”, coincidieron los futuros sacerdotes, en cuanto a su actitud de vida y también para el ministerio que comenzarán a ejercer.

- ¿Cuál es el desafío de un sacerdote joven en el mundo actual?
Mario: Frente a esta cultura que estamos viviendo, el desafío es encontrar la manera de anunciar nuevamente el evangelio a una sociedad que de a poco va perdiendo el sentido de trascendencia. Quiero mostrar la alegría del evangelio y la felicidad de seguir a Cristo y vivir con Él.
Raúl: La realidad socio cultural de hoy es cambiante y hasta muchas veces adversa, por eso busco ser constante en la oración, para estar en "sintonía" con el Señor Jesús y dejarme guiar por Él. Me propongo como desafío, el presentar los valores del Evangelio que enseña la Iglesia de manera renovada para que puedan convertirse en pilares de la nueva cultura naciente.
Frente a una "cultura de la muerte", dominante y opresiva, que busca imponerse, quiero ser "protagonista" en la construcción de la "civilización del amor". Hacer una "opción preferencial" por los jóvenes, sin dejar a los demás fieles fuera de mi corazón y de mi acción pastoral.

- ¿Qué momento de sus vidas recuerdan como un hito importante para descubrir el llamado de Dios al sacerdocio?
Raúl: Tiene que quedar claro, que no es una cuestión de un hecho, sino que es un proceso vocacional, llegado a esta etapa uno puede mirar hacia atrás y puede reconocer acontecimientos claves. Hoy puedo decir que uno de ellos, fue cuando tenía 16 años en una capilla de la Parroquia Santa Rosa, donde daba catequesis los sábados a las 9.30; en ese momento me preguntaba por el tema de la paternidad, y de cómo vivirla de un modo no biológico, es decir fuera de una familia. Dios me lo hizo ver a través de un niño, que vino corriendo hacia mí, saltó me dio un abrazo y yo sólo era su catequista, fue ahí cuando me di cuenta que se puede ser padre sin tener un vínculo biológico. Con eso Dios me dio mucha luz. También a través del testimonio de sacerdotes que me han acompañado mucho.
Mario: Hay una piedra fundamental en mi vocación, yo estaba mirando la misa por televisión y Monseñor José María Arancedo estaba presidiendo y dije, yo quiero ser como él. Otro momento importante fue un encuentro que hice, Proyecto de Vida, y ahí a través de oraciones, reflexiones y trabajos; ví que todo estaba orientado hacia esto. Incluso todo lo que hacía era vivir casi como un seminarista, en cuanto a la oración, el estudio, el compromiso con la parroquia, que yo lo veía como normal; aunque los demás no. En ese encuentro dije, no puedo dar más vueltas, Dios me está llamando al sacerdocio. Pero fue una semilla que fue creciendo.

martes, 4 de diciembre de 2012

Un curioso pedido de los intelectuales al Papa Pablo VI






Poca gente conoce la historia del primer pedido a favor de la subsistencia del Rito Tridentino cuándo se anunció en Novus Ordo Missae. Un grupo de intelectuales ingleses, luego apoyado por europeos y americanos se dirigieron al Papa Pablo VI para rogarle que no dejara perecer el rito multisecular de la Iglesia. Lo hicieron en nombre de la cultura, a través del entonces Cardenal Primado de Inglaterra, quién accedió gustosamente a presentar el pedido. Cuando el papa Montini leyó las firmas se detuvo sobre una de ellas: “Ah, Agatha Christie”, dicen que expresó al leer su nombre. Inmediatamente autorizó el permiso. Sin embargo, el entonces Prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Mons. Bugnini, encargado de comunicar la respuesta Pontificia, anexó a ésta una nota personal sugiriendo que dicho permiso se mantuviera en la mayor reserva.
El texto de la carta de pedido es el siguiente:“Si algún decreto insensato llegase a ordenar la destrucción total o parcial de las basílicas o las catedrales, obviamente serían las personas beneficiadas por la cultura -cualesquiera fuesen sus creencias personales-, quienes se alzarían horrorizadas en oposición a una posibilidad tal. Ahora el hecho es que las basílicas y catedrales fueron construidas para celebrar un rito que, hasta hace unos meses, constituía una tradición viva. Nos estamos refiriendo a la Misa Romana Tradicional. Aún así, de acuerdo a las últimas informaciones provenientes de Roma, existe un plan para hacer desaparecer dicha Misa hacia fines del año en curso. Uno de los axiomas de la publicidad contemporánea, tanto religiosa como secular, es que el hombre moderno en general, y los intelectuales en particular, se han vuelto intolerantes a toda forma de tradición y están ansiosos por suprimirlas y poner alguna otra cosa en su lugar. Pero, como muchas otras afirmaciones de nuestras máquinas publicitarias, este axioma es falso, Hoy, como en los tiempos pasados, la gente culta está a la vanguardia, allí donde es necesario el reconocimiento del valor de la tradición, y son los primeros en dar la voz de alarma cuando ella es amenazada. No estamos considerando en este momento la experiencia religiosa o espiritual de millones de individuos. El rito en cuestión, en su magnífico texto latino, ha inspirado una pléyade de logros artísticos invalorables -no solo obras místicas sino la de poetas, filósofos, músicos, arquitectos, pintores y escultores de todos los países y épocas. De este modo pues, el Rito pertenece a la cultura universal, tanto como a los hombres de Iglesia y a los cristianos formales. En la civilización materialista y tecnocrática de hoy con su creciente amenaza para la mente y el espíritu en su expresión creativa original -la palabra- parece especialmente inhumano privar al hombre de formas verbales que han alcanzado su más excelsa manifestación. Los firmantes de éste pedido, que es completamente ecuménico y apolítico, proceden de cada una de las ramas de la cultura europea y de otras partes. Quieren llamar la atención de la Santa Sede sobre la apabullante responsabilidad en la que incurriría en la historia del espíritu humano si se negara a permitir la subsistencia de la Misa Tradicional, incluso aunque esta subsistencia tuviera lugar junto con otras formas litúrgicas.”


Los firmantes:

Harold Acton (escritor), Vladimir Ashkenazy (pianista), John Bayler, Sir Lennox Berkeley (compositor), Maurice Bowra (académico), Agatha Christie (escritora), Kenneth Clark (escritor e historiador), Nevill Coghill (escritor), Cyril Connolly (crítico literario y escritor), Sir Colin Davis (director sinfónico), Hugh Delargy (politico irlandés Partido Laborista), Robert Exeter, Miles Fitzalan-Howard (17º Duque de Norfolk), Constantine Fitzgibbon (historiador y novelista), William Glock (crítico musical), Magdalen Gofflin, Robert Graves (poeta y novelista), Graham Greene (escritor), Ian Greenless, Joseph Grimond (politico ingles Partido Liberal), Harman Grisewood (escritor), Colin Hardie, Rupert Hart-Davis (editor), Barbara Hepworth (escultora), Auberon Herbert (filósofo y miembro del Parlamento), John Jolliffe, David Jones, Osbert Lancaster (caricaturista), F.R. Leavis (crítico literario), Cecil Day Lewis (poeta), Compton Mackenzie (escritor nacionalista escocés), George Malcolm (director sinfónico), Sir Max Mallowan (arqueólogo y marido de Agatha Christie), Alfred Marnau, Yehudi Menuhin (violinista y director sinfónico americano), Nancy Mitford (novelista), Raymond Mortimer (escritor y crítico literario), Malcolm Muggeridge (periodista), Iris Murdoch (escritor y filósofo irlandés), John Murray, Sean O’Faolain (escritor irlandés), E.J. Oliver, Lord Oxford and Asquith, William Plomer (escritor sudafricano), Kathleen Raine (poetisa), Baron William Rees-Mogg (periodista y escritor), Sir Ralph Richardson (actor), John Ripon, Charles Russell, Rivers Scott, Joan Sutherland (soprano australiana), Philip Toynbee (escritor y periodista), Martin Turnell, Bernard Wall, Sir Patrick Wall (militar y miembro del Parlamento), Edward Ingram Watkin (escritor y político pacifista), R.C. Zaehner (académico), Jorge Luis Borges (escritor argentino), Giorgio De Chirico (pintor pre-surrealista griego), Elena Croce, Wystan Hugh Auden (poeta anglo-americano), Bresson Dreyer, Augusto Del Noce, Julien Green (escritor americano), Jacques Maritain (filósofo francés), Eugenio Montale (poeta italiano), Cristina Campo, François Mauriac (Premio Nobel de Literatura), Salvatore Cuasimodo (escritor italiano), Evelyn Waugh (escritor), Maria Zambrano (ensayista y filósofa española), Elémire Zolla, Gabriel Marcel (filósofo francés), Salvador De Madariaga (diplomático e historiador español), Gianfranco Contini (crítico literario y filólogo italiano), Giacomo Devoto (lingüista italiano), Giovanni Macchia (crítico literario), Massimo Pallottino (arqueólogo italiano), Ettore Paratore (latinista italiano), Giorgio Basan (escritor italiano), Mario Luzi (senador italiano), Guido Piovene (escritor y periodista italiano), Andrés Segovia (músico español).


Tomado de "Católicos, Apostólicos y Romanos"

domingo, 2 de diciembre de 2012

Reflexiones de los obispos al acercarnos a la Navidad


Creemos en Jesucristo, Señor de la historia
Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento…
Que cada uno busque no solamente su propio interés, sino también el de los demás
1
El Año de la fe que hemos iniciado nos convoca a renovar nuestra fe en el Dios vivo y verdadero con una conciencia agradecida por el don recibido. Desde los orígenes de nuestra nacionalidad la fe cristiana fue transmitida en el ejercicio de la misión de la Iglesia, en el seno de las familias y por medio de sus proyecciones en la cultura de nuestro pueblo. Por eso, damos gracias por la fe de tantos argentinos que, a lo largo de nuestra historia, han sido testigos del Evangelio y ciudadanos ejemplares.
El centro de la fe cristiana es Jesucristo el Hijo de Dios hecho hombre, nuestro hermano y nuestro Redentor que nos ha revelado el amor del Padre y nos ha comunicado el Espíritu Santo, fuente de renovación y de unidad.
Al profesar con alegría y entusiasmo la fe expresamos nuestro deseo de difundirla y compartirla, de encarnarla en nuestra vida y en todas sus manifestaciones. Benedicto XVI al invitarnos a celebrar este tiempo de conversión, de reflexión sincera y de nueva adhesión al Señor nos ha recordado que la fe no puede quedar recluida en lo íntimo del corazón, sino que tiene una dimensión pública: requiere ser manifestada con coherencia en nuestras opciones temporales2.
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos
Invocamos a Jesucristo como Señor de la historia, y reconocemos que tenemos necesidad de Él, de su luz, de su perdón y de su gracia, para edificar la comunidad humana en la verdad, la justicia y el amor, según el plan de Dios. Varias veces, haciéndonos eco de una convicción ampliamente extendida, hemos afirmado que nos encontramos sumidos en una profunda crisis moral, que revela que la fe no impregna plenamente nuestro estilo de vida. Lo manifestamos en la oración que rezamos por la patria, al decir: Nos sentimos heridos y agobiados.
Esta dolorosa situación se refleja en todos los órdenes de la vida nacional. Podemos salir de ella mediante la conversión a Dios, el único Señor, abandonando el pecado y asumiendo el compromiso de cumplir sus mandamientos: “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas… Amarás a tu prójimo como a ti mismo”3 . Este doble mandamiento del amor inspira el ejercicio de la justicia, que es la virtud básica de la vida social.
Queremos ser nación
Como señala Benedicto XVI, en este Año “será decisivo volver a recorrer la historia de nuestra fe, que contempla el misterio insondable del entrecruzarse de la santidad y el pecado”4 .
Estas palabras del Santo Padre nos interpelan, especialmente cuando miramos la vida de nuestra patria. Así como hemos dado gracias por la fecundidad de la fe en Argentina, también nos sentimos movidos a un examen de conciencia, a la conversión y a una purificación del corazón.
La patria es un don de Dios confiado a nuestra libertad. Un regalo que debemos cuidar y perfeccionar5 . Es esperanzador constatar que, no obstante tantas dificultades, sigue vivo en el alma de nuestro pueblo el deseo de ser nación y de construir juntos un proyecto de país.
La fe nos alienta a revisar nuestra vida personal y social a la luz de Jesucristo. Él es la Verdad que nos hace libres. El encuentro con el Señor despierta en el corazón del hombre aquellas energías espirituales y morales que necesitamos para fortalecer nuestro compromiso ciudadano. Aspiramos a ser una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.
Con todos los discípulos misioneros de Jesús en Argentina ya estamos transitando los caminos de la nueva evangelización. Como pastores renovamos nuestro compromiso con el anuncio del Evangelio. Es el principal servicio que podemos ofrecerle a la sociedad argentina.
Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios, para amar a todos sin excluir a nadie
El Hijo de Dios, al encarnarse, tomó la condición de servidor6 . En este Año de la fe, Él nos invita a ser plenamente libres, haciéndonos como Él servidores los unos de los otros, superando tanto el egoísmo, como actitudes meramente partidistas.
Todos los habitantes de nuestra patria necesitan sentirse respaldados por una dirigencia que no piense solo en sus propios intereses, sino que se preocupe prioritariamente por el bien común. “La felicidad está más en dar que en recibir”7 .
Recordamos, una vez más, que este servicio al bien común requiere una dedicación generosa a promover la dignidad de nuestros hermanos más pobres en su vida personal y familiar, para que sean protagonistas de su propio desarrollo integral. La educación y el trabajo siguen siendo los instrumentos que les permiten a las personas y a las comunidades ser artífices de su propio destino.
Los obispos argentinos, reunidos en nuestra 104 Asamblea Plenaria, hemos repasado con honda preocupación algunos síntomas de la persistencia de esta crisis moral y cultural. Compartimos algunos de ellos:
1. La dignidad de la vida desde la concepción hasta su término natural es la base de todos los derechos humanos. Reiteramos, una vez más, que el ordenamiento jurídico debe respetar el derecho a la vida.
2. La familia, fundada sobre el matrimonio entre varón y mujer, es un valor arraigado en nuestro pueblo. Anterior al estado, es la base de toda la sociedad y nada puede reemplazarla. Vemos con preocupación una corriente cultural y un conjunto de iniciativas legislativas que parecen soslayar su importancia o dañar su identidad.
3. Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos. Tienen el derecho de que el sistema educativo no les imponga contenidos contrarios a sus convicciones morales y religiosas. Deseamos que toda la sociedad tome una mayor conciencia de la necesidad de mejorar el sistema educativo, de modo tal, que los más pobres sean sus principales beneficiarios. La necesaria preparación para la vida cívica de niños y jóvenes debe excluir la politización prematura y partidista de los alumnos.
4. Constatamos una angustia generalizada en nuestro pueblo por la vida de los jóvenes. Es enorme la cantidad de ellos que no estudian ni trabajan: ésta es una de las hipotecas sociales más desafiante para los argentinos.
5. La droga se extiende por el crecimiento del crimen del narcotráfico y la red de complicidades que lo sustentan. Pensamos que ésta es una de las causas principales de la proliferación del delito y de la consiguiente inseguridad.
6. A casi treinta años de la democracia, los argentinos corremos el peligro de dividirnos nuevamente en bandos irreconciliables. Se extiende el temor a que se acentúen estas divisiones y se ejerzan presiones que inhiban la libre expresión y la participación de todos en la vida cívica.
Concédenos la sabiduría del diálogo
Toda sociedad tiene conflictos. La democracia, tal como lo refleja la doctrina social de la Iglesia, no se construye agudizándolos, sino concretando los ideales de una verdadera amistad social.
Algunas sombras nos han perseguido a lo largo de nuestra historia, que en distintos momentos han acentuado su intensidad e impedido una vigencia más plena del orden democrático. Una es el excesivo caudillismo, que atenta contra el desarrollo armónico de las instituciones, acentúa su deterioro y menoscaba la autonomía de cada uno de los poderes del estado, tanto en el orden nacional como provincial. Esto es particularmente delicado cuando se trata de la independencia del Poder Judicial.
Otra sombra es la oposición entre las visiones unitaria y federal de la nación, la cual se extendió fuertemente en los albores de nuestra patria, e intermitentemente se manifiesta en distintos momentos de la historia. Cuando en nuestra oración por la patria decimos que queremos ser nación expresamos un anhelo claramente manifiesto en nuestra Constitución. Queremos ser una nación basada efectivamente en un sistema republicano, representativo y federal.
Llegando la Navidad los argentinos debemos recordarnos la deuda pendiente de nuestra reconciliación. Se hace cada vez más necesario generar contextos de encuentro, de diálogo, de comunión fraterna que nos permitan reconocernos y tratarnos como hermanos, aborre-ciendo el odio y construyendo la paz.
El niño que María recuesta en el pesebre es el Señor de la historia. A Él volvemos a dirigirle nuestra plegaria: “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos…” A  la Virgen María, Nuestra Señora de Luján, le confiamos nuestras inquietudes y ponemos en sus manos nuestras esperanzas.
104ª Asamblea Plenaria
Año de la Fe. Adviento 2012

martes, 27 de noviembre de 2012

Indulgencias del Año de la Fe en Mar del Plata





VISTO la convocatoria realizada por el Santo Padre Benedicto XVI, a celebrar en toda la Iglesia el “Año de la Fe” del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013 con ocasión de conmemorarse el 50° aniversario del inicio del Concilio Vaticano II y el 20° aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica; que el Decreto de la Penitenciaría Apostólica, del 5 de octubre del presente, establece el modo de alcanzar de la misericordia de Dios mediante la Indulgencia Plenaria.
CONSIDERANDO que en el mismo Decreto de la Penitenciaría Apostólica se determina que se podrá obtener la Indulgencia Plenaria cada vez que los fieles visiten en peregrinación una basílica papal, una catacumba cristiana o un lugar sagrado designado por el Ordinario del lugar durante el Año de la Fe; y cada vez que en los días determinados por el Ordinario del lugar, participen en cualquier lugar sagrado de una solemne celebración eucarística o en la liturgia de las horas, añadiendo la Profesión de fe; que cualquier fiel, si está impedido, por enfermedad u otra causa, para participar en los momentos y lugares antes mencionados, puede asimismo obtener la indulgencia plenaria, uniéndose espiritualmente a una celebración y ofreciendo a Dios sus oraciones y sufrimientos; que, en todos los casos, es condición para obtener la Indulgencia Plenaria (como máximo una vez al día), la recepción de los sacramentos de la Confesión y la Comunión Eucarística y la oración por las intenciones del Sumo Pontífice; que se debe promover, asimismo, la posibilidad de alcanzar el don de la Indulgencia Plenaria un día cualquiera elegido libremente por cada fiel, durante el Año de la Fe, visitando el baptisterio o lugar donde recibió el Sacramento del Bautismo, si hace allí la renovación de las promesas bautismales;
EN VIRTUD del decreto de la Penitenciaría Apostólica antes citado y del canon 995;

POR LAS PRESENTES LETRAS
1.DESIGNO LOS SIGUIENTES TEMPLOS DE LA DIOCESIS DE MAR DEL PLATA para que durante el Año de la Fe se pueda obtener la Indulgencia Plenaria cada vez que, peregrinando a cualquiera de ellos, los fieles participen de una celebración sagrada o, al menos, se recojan durante un tiempo en meditación y concluyan con el rezo del Padrenuestro, la Profesión de Fe (Credo) en cualquiera de sus formas legítimas y la invocación a la Santísima Virgen María y, según el caso, a los santos o patronos: IGLESIA CATEDRAL (Basílica de los Santos Pedro y Cecilia), GRUTA de NUESTRA SEÑORA DE LOURDES y SANTUARIO de Nuestra Señora de Schönstatt de Mar del Plata; PARROQUIA SAN ANDRÉS de Miramar, PARROQUIA SAN JOSÉ de Balcarce, PARROQUIA SANTA MARÍA DEL CARMEN de Necochea, PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN de Lobería, PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA de San Manuel, PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN de La Dulce, PARROQUIA INMACULADA CONCEPCIÓN de Coronel Vidal, PARROQUIA SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS de Gral. Madariaga, PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ de Pinamar y PARROQUIA INMACULADA CONCEPCIÓN de Villa Gesell.
2.DISPONGO, además, que en todas las Parroquias y Capillas, Monasterio de Carmelitas Descalzas y Comunidades de Vida Consagrada, Institutos Seculares y Sociedades de Vida Apostólica presentes en la diócesis de Mar del Plata, puedan obtener la Indulgencia Plenaria por el Año de la Fe, los fieles que participen de la celebración principal de la fiesta patronal y de las Solemnidades y Fiestas del Señor y de la Santísima Virgen.
3.ENCOMIENDO especialmente a los Pastores de almas que den una oportuna catequesis sobre las Indulgencias basados en las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica, como asimismo difusión del contenido del presente decreto.
4.COMUNÍQUESE a quienes corresponda, publíquese y archívese.
Dadas en la Sede Episcopal de Mar del Plata a los doce días del mes de Octubre del año del Señor de dos mil doce. Memoria de Nuestra Señora del Pilar.
 

+Mons. Antonio Marino
Obispo de Mar del Plata
DECRETO N°            090/2012     

lunes, 26 de noviembre de 2012

Arrodillarse en Misa ayuda a vencer la idolatría, explica un experto en liturgia





Tomado de Aciprensa
El experto en liturgia y arte sacro, Mons. Marco Agostini, aseguró que arrodillarse en la Misa es una buena manera de vencer la idolatría pues es una respuesta del hombre a la "epifanía de Cristo".
Mons. Agostini, oficial de la segunda sección de la secretaría de Estado y uno de los maestros de ceremonia pontificios, escribió en el diario L'Osservatore Romano, que los hermosos pisos de muchas iglesias antiguas fueron "hechos para las rodillas de los fieles" como una "alfombra perenne de las piedras" para la oración y la humildad.
"Hoy los reclinatorios han desaparecido de muchas iglesias y se tiende a remover las balaustradas a las que uno se podía acercar a la comunión de rodillas", sostiene el experto según una traducción del texto divulgada por el vaticanista Sandro Magister.
"Sin embargo en el Nuevo Testamento el gesto de arrodillarse se presenta cada vez que a un hombre se le presenta la divinidad de Cristo: se piense por ejemplo en los Magos, el ciego de nacimiento, la unción de Betania, la Magdalena en el jardín la mañana de Pascua", agrega Mons. Agostini.
El experto recuerda que "Jesús mismo dijo a Satanás, que le quería imponer una genuflexión equivocada, que sólo a Dios se debe doblar la rodilla. Satanás pide todavía hoy que se escoja entre Dios o el poder, Dios o la riqueza, y trata todavía más profundamente. Pero así no se dará gloria a Dios de ninguna manera; las rodillas se doblarán para aquellos que el poder les ha favorecido, para aquellos a los cuales se tiene el corazón unido a través de un acto".
"Volver a arrodillarse en la Misa es un buen ejercicio de entrenamiento para vencer la idolatría en la vida, además de ser uno de los modos de ‘actuosa participatio’ de los que habla el último Concilio. La práctica es útil también para darse cuenta de la belleza de los pavimentos (al menos de los antiguos) de nuestras iglesias. Frente a algunos da ganas de quitarse los zapatos como hizo Moisés frente a Dios que le hablaba desde la zarza ardiente", señala.
Para Magister, "hoy arrodillarse –especialmente sobre el piso– ha caído en desuso. Tanto es así que suscita sorpresa el deseo de Benedicto XVI de dar la comunión a los fieles en la boca y de rodillas".
"Pero más que de una novedad, se trata de un retorno a la tradición. Las otras son el crucifijo al centro del altar, ‘para que todos en la misa miren hacia Cristo y no unos a otros’, y el uso frecuente del latín ‘para subrayar la universalidad de la fe y la continuidad de la Iglesia’", explica Magister.
El vaticanista sostiene que "se ha perdido de vista también el sentido de la pavimentación de las iglesias. Tradicionalmente muchas fueron ornamentadas precisamente para hacer de fundamento y guía a la grandeza y profundidad de los misterios celebrados".
"Hoy pocos son los que advierten que pisos así de hermosos y preciosos son hechos también para las rodillas de los fieles: un tapete de piedra sobre el cual postrarse frente al esplendor de la epifanía divina", agrega.