martes, 27 de noviembre de 2012

Indulgencias del Año de la Fe en Mar del Plata





VISTO la convocatoria realizada por el Santo Padre Benedicto XVI, a celebrar en toda la Iglesia el “Año de la Fe” del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013 con ocasión de conmemorarse el 50° aniversario del inicio del Concilio Vaticano II y el 20° aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica; que el Decreto de la Penitenciaría Apostólica, del 5 de octubre del presente, establece el modo de alcanzar de la misericordia de Dios mediante la Indulgencia Plenaria.
CONSIDERANDO que en el mismo Decreto de la Penitenciaría Apostólica se determina que se podrá obtener la Indulgencia Plenaria cada vez que los fieles visiten en peregrinación una basílica papal, una catacumba cristiana o un lugar sagrado designado por el Ordinario del lugar durante el Año de la Fe; y cada vez que en los días determinados por el Ordinario del lugar, participen en cualquier lugar sagrado de una solemne celebración eucarística o en la liturgia de las horas, añadiendo la Profesión de fe; que cualquier fiel, si está impedido, por enfermedad u otra causa, para participar en los momentos y lugares antes mencionados, puede asimismo obtener la indulgencia plenaria, uniéndose espiritualmente a una celebración y ofreciendo a Dios sus oraciones y sufrimientos; que, en todos los casos, es condición para obtener la Indulgencia Plenaria (como máximo una vez al día), la recepción de los sacramentos de la Confesión y la Comunión Eucarística y la oración por las intenciones del Sumo Pontífice; que se debe promover, asimismo, la posibilidad de alcanzar el don de la Indulgencia Plenaria un día cualquiera elegido libremente por cada fiel, durante el Año de la Fe, visitando el baptisterio o lugar donde recibió el Sacramento del Bautismo, si hace allí la renovación de las promesas bautismales;
EN VIRTUD del decreto de la Penitenciaría Apostólica antes citado y del canon 995;

POR LAS PRESENTES LETRAS
1.DESIGNO LOS SIGUIENTES TEMPLOS DE LA DIOCESIS DE MAR DEL PLATA para que durante el Año de la Fe se pueda obtener la Indulgencia Plenaria cada vez que, peregrinando a cualquiera de ellos, los fieles participen de una celebración sagrada o, al menos, se recojan durante un tiempo en meditación y concluyan con el rezo del Padrenuestro, la Profesión de Fe (Credo) en cualquiera de sus formas legítimas y la invocación a la Santísima Virgen María y, según el caso, a los santos o patronos: IGLESIA CATEDRAL (Basílica de los Santos Pedro y Cecilia), GRUTA de NUESTRA SEÑORA DE LOURDES y SANTUARIO de Nuestra Señora de Schönstatt de Mar del Plata; PARROQUIA SAN ANDRÉS de Miramar, PARROQUIA SAN JOSÉ de Balcarce, PARROQUIA SANTA MARÍA DEL CARMEN de Necochea, PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN de Lobería, PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA de San Manuel, PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN de La Dulce, PARROQUIA INMACULADA CONCEPCIÓN de Coronel Vidal, PARROQUIA SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS de Gral. Madariaga, PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ de Pinamar y PARROQUIA INMACULADA CONCEPCIÓN de Villa Gesell.
2.DISPONGO, además, que en todas las Parroquias y Capillas, Monasterio de Carmelitas Descalzas y Comunidades de Vida Consagrada, Institutos Seculares y Sociedades de Vida Apostólica presentes en la diócesis de Mar del Plata, puedan obtener la Indulgencia Plenaria por el Año de la Fe, los fieles que participen de la celebración principal de la fiesta patronal y de las Solemnidades y Fiestas del Señor y de la Santísima Virgen.
3.ENCOMIENDO especialmente a los Pastores de almas que den una oportuna catequesis sobre las Indulgencias basados en las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica, como asimismo difusión del contenido del presente decreto.
4.COMUNÍQUESE a quienes corresponda, publíquese y archívese.
Dadas en la Sede Episcopal de Mar del Plata a los doce días del mes de Octubre del año del Señor de dos mil doce. Memoria de Nuestra Señora del Pilar.
 

+Mons. Antonio Marino
Obispo de Mar del Plata
DECRETO N°            090/2012     

lunes, 26 de noviembre de 2012

Arrodillarse en Misa ayuda a vencer la idolatría, explica un experto en liturgia





Tomado de Aciprensa
El experto en liturgia y arte sacro, Mons. Marco Agostini, aseguró que arrodillarse en la Misa es una buena manera de vencer la idolatría pues es una respuesta del hombre a la "epifanía de Cristo".
Mons. Agostini, oficial de la segunda sección de la secretaría de Estado y uno de los maestros de ceremonia pontificios, escribió en el diario L'Osservatore Romano, que los hermosos pisos de muchas iglesias antiguas fueron "hechos para las rodillas de los fieles" como una "alfombra perenne de las piedras" para la oración y la humildad.
"Hoy los reclinatorios han desaparecido de muchas iglesias y se tiende a remover las balaustradas a las que uno se podía acercar a la comunión de rodillas", sostiene el experto según una traducción del texto divulgada por el vaticanista Sandro Magister.
"Sin embargo en el Nuevo Testamento el gesto de arrodillarse se presenta cada vez que a un hombre se le presenta la divinidad de Cristo: se piense por ejemplo en los Magos, el ciego de nacimiento, la unción de Betania, la Magdalena en el jardín la mañana de Pascua", agrega Mons. Agostini.
El experto recuerda que "Jesús mismo dijo a Satanás, que le quería imponer una genuflexión equivocada, que sólo a Dios se debe doblar la rodilla. Satanás pide todavía hoy que se escoja entre Dios o el poder, Dios o la riqueza, y trata todavía más profundamente. Pero así no se dará gloria a Dios de ninguna manera; las rodillas se doblarán para aquellos que el poder les ha favorecido, para aquellos a los cuales se tiene el corazón unido a través de un acto".
"Volver a arrodillarse en la Misa es un buen ejercicio de entrenamiento para vencer la idolatría en la vida, además de ser uno de los modos de ‘actuosa participatio’ de los que habla el último Concilio. La práctica es útil también para darse cuenta de la belleza de los pavimentos (al menos de los antiguos) de nuestras iglesias. Frente a algunos da ganas de quitarse los zapatos como hizo Moisés frente a Dios que le hablaba desde la zarza ardiente", señala.
Para Magister, "hoy arrodillarse –especialmente sobre el piso– ha caído en desuso. Tanto es así que suscita sorpresa el deseo de Benedicto XVI de dar la comunión a los fieles en la boca y de rodillas".
"Pero más que de una novedad, se trata de un retorno a la tradición. Las otras son el crucifijo al centro del altar, ‘para que todos en la misa miren hacia Cristo y no unos a otros’, y el uso frecuente del latín ‘para subrayar la universalidad de la fe y la continuidad de la Iglesia’", explica Magister.
El vaticanista sostiene que "se ha perdido de vista también el sentido de la pavimentación de las iglesias. Tradicionalmente muchas fueron ornamentadas precisamente para hacer de fundamento y guía a la grandeza y profundidad de los misterios celebrados".
"Hoy pocos son los que advierten que pisos así de hermosos y preciosos son hechos también para las rodillas de los fieles: un tapete de piedra sobre el cual postrarse frente al esplendor de la epifanía divina", agrega.

domingo, 18 de noviembre de 2012

El Papa pide respeto por las normas litúrgicas



Benedicto XVI pronuncia su discurso durante la visita Ad Limina Apostolorum de un grupo de los obispos de Francia.  

Benedicto XVI ha pedido por enésima vez que se respeten las normas litúrgicas. Lo ha hecho hoy a las 11 horas en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano, en el curso de su discurso durante la visita Ad Limina Apostolorum de los Sres. obispos de Francia, 2° grupo, provincias del Norte y del Este. Esto es lo que ha dicho el Santo Padre:  
“Conociendo el cuidado con que Vosotros quereis rodear vuestras celebraciones litúrgicas, os animo a cultivar el arte de celebrar, a ayudar a vuestros sacerdotes en este sentido, y a trabajar sin descanso para la formación litúrgica de los seminaristas y de los fieles. El respeto de las normas establecidas expresa el amor y la fidelidad a la fe de la Iglesia; la belleza de las ceremonias, mucho más que las innovaciones y los ajustes subjetivos, constituye una obra duradera y eficaz de evangelización.”

Fuente: Secretum Meum Mihi.

sábado, 17 de noviembre de 2012

La Santa Sede impone una "estricta" sobre hábitos talares



Ciudad del Vaticano - Más rigor no sólo en la doctrina, en los procedimientos, o en los comportamientos. También en el modo de vestir. La Santa Sede impone una “estricta” sobre los hábitos talares para todos los prelados que trabajan en el Vaticano. No serán aceptados hábitos “burguéses”: el mínimo tolerado será el clergy-man —el hábito religioso que incluye pantalones, camisa y chaqueta en color negro o gris— ern tanto que religiosos y religiosas deberán llevar el “hábito” de su propia orden a la que pertenezcan.

Este es el efecto de un decreto de la Congregación para el Clero, aprobado por la Secretaría de Estado y entrado en vigor en las últimas semanas, que impone rígidos códigos de vestimenta para todos los empleados religiosos de la Santa Sede. Hasta el momento, demasiados sacerdotes en suéter o en el verano en camisa de manga corta. Basta, en efecto, con los sacerdotes “casuales”, es la índicación de la actual jerarquía vaticana para la negligencia y para una imágen no adecuada con el rol.
El nuevo código de comportamiento impuesto por el Estado Vaticano establece que los sacerdotes, los religiosos y las religiosas empleados de la Santa Sede tendrá que ir a sus respectivas oficinas rigurosamente con el hábito religioso. Para los sacerdotes el mínimo permitido es el clergy-man. Mejor aún, aunque no es obligatorio, la vestidura talar (que llega hasta los talones). Para los pertenecientes a las órdenes religiosas, incluidos las religiosas, es fuetemente aconsejada la vestimenta de la propia congregación.
La ola pues, de algún modo tradicionalista, del pontificado de Ratzinger, además de la doctrina, también implica la forma de vestir, eliminando —por lo menos dentro de la Ciudad Leonina y en todos los dicasterios vaticanos— una excesiva libertad.
Para el nuevo giro de tuerca, la Congregación para el Clero ha promulgado incluso un decreto, avalado también por la Secretaría de Estado, un signo de cómo es considerada la cuestión en los pisos superiores del Palacio Apostólico. Esta no es la primera vez, sin embargo, que se emiten directivas sobre la materia.

A pesar de que cubre una amplia serie de custiones y comportamientos, de hecho, ya en el “Reglamento General de la Curia Romana”, que entró en vigor el 1° de julio 1999, aprobado por el Papa Juan Pablo II en sustitución de la precedente normativa de 1992, preveía entre otras normas, incluso disciplinarias, aquela que imponía a los sacerdotes llevar siempre hábito eclesiástico en la oficina, en tanto también a los laicos se les pedía vestir de un modo “decoroso”.
El documento tenía por objeto hacer que el reglamento en materia de trabajo “mayormente adecuado para la finalidad del particular servicio eclesial de cuantos, en la Curia romana, colaboran con el Santo Padre en su misión universal”. Principios que se han tenido en cuenta también en las nuevas normas, más específicas, para prohibir entre los sacerdotes deslices “casuales” y los hábitos no rigurosamente eclesiásticos.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Nueva Pontificia Academia de Latinidad


Su Santidad Benedicto XVI ha instituido por medio de la Carta Apostólica en forma del Motu Proprio “Latina lingua” (fechada el 10 de noviembre) laPontificia Academia de Latinidad, dependiente del Pontificio Consejo de la Cultura, para preservar y promover el uso del latín. La Academia estará dirigida por un presidente, coadyuvado por un secretario, nombrados por el Papa, y contará con un Consejo Académico. La fundación “Latinitas”, constituida por el papa Pablo VI, por el quirógrafo "Romani Sermonis" del 30 de junio de 1976, se considera extinguida.


Presentamos nuestra traducción del Motu Proprio “Latina lingua”, que ha sido publicado hoy por la Santa Sede, por el cual el Papa Benedicto XVI, con la intención de promover el conocimiento y el uso de la lengua latina, instituye una Pontificia Academia de Latinidad. 
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Carta Apostólica en forma de Motu Proprio “Latina lingua” con la cual se instituye la Pontificia Academia Latinitatis
1. La lengua latina ha sido siempre tenida en altísima consideración por la Iglesia Católica y por los Romanos Pontífices, los cuales han promovido asiduamente el conocimiento y la difusión, habiendo hecho de ella la propia lengua, capaz de transmitir universalmente el mensaje del Evangelio, como ya es afirmado con autoridad por la Constitución Apostólica Veterum sapientia de mi Predecesor, el Beato Juan XXIII.
En realidad, desde Pentecostés, la Iglesia ha hablado y ha rezado en todas las lenguas de los hombres. Sin embargo, las Comunidades cristianas de los primeros siglos usaron ampliamente el griego y el latín, lenguas de comunicación universal del mundo en que vivían, gracias a las cuales la novedad de la Palabra de Cristo encontraba la herencia de la cultura helenista-romana.
Después de la desaparición del Imperio romano de Occidente, la Iglesia de Roma no sólo continuó valiéndose de la lengua latina, sino que se hizo, en cierto modo, custodia y promotora de ella, tanto en ámbito teológico y litúrgico, como en el de la formación y de la transmisión del saber.
2. También en nuestros tiempos, el conocimiento de la lengua y de la cultura latina resultan muy necesario para el estudio de las fuentes de las que se sirven, entre otras, numerosas disciplinas eclesiásticas, como por ejemplo, la Teología, la Liturgia, la Patrística y el Derecho Canónico, como enseña el Concilio Ecuménico Vaticano (cfr Decr. Optatam totius, 13). Además, en esta lengua están redactadas, en su forma típica, para evidenciar el carácter universal de la Iglesia, los libros litúrgicos del Rito romano, los documentos más importantes del Magisterio pontificio y las Actas oficiales más solemnes de los Romanos Pontífices.
3. En la cultura contemporánea se nota, sin embargo, en el contexto de un generalizado debilitamiento de los estudios humanistas, el peligro de un conocimiento cada vez más superficial de la lengua latina, incluso en el ámbito de los estudios filosóficos y teológicos de los futuros sacerdotes. Por otra parte, precisamente en nuestro mundo, en que ocupan tanto lugar la ciencia y la tecnología, se encuentra un interés renovado por la cultura y la lengua latina, no sólo en aquellos continentes que tienen las propias raíces culturales en la herencia grecorromana. Esta atención es muy significativa ya que no concierne solamente a los ámbitos académicos e institucionales, sino también a los jóvenes y estudiosos procedentes de naciones y tradiciones muy diversas.
4. Es, por eso, urgente sostener el empeño de un mayor conocimiento y un uso más competente de la lengua latina, tanto en el ámbito eclesial, como en el mundo más vasto de la cultura. Para dar relieve y resonancia a ese esfuerzo, resultan muy oportunas la adopción de métodos didácticos adecuados a las nuevas condiciones y la promoción de una red de relaciones entre las instituciones académicas y entre los estudiosos, con el fin de valorizar el rico y multiforme patrimonio de la cultura latina.
Para contribuir a alcanzar esos objetivos, siguiendo las huellas de mis venerados Predecesores, con el presente Motu Proprio instituyo hoy la Pontificia Academia de Latinidad, dependiente del Pontificio Consejo para la Cultura. Es dirigida por un Presidente, ayudado por un Secretario, nombrados por mí, y por un Consejo Académico.
La Fundación Latinitas, constituida por el Papa Pablo VI, con el Quirógrafo Romani Sermonis, del 30 de junio de 1976, se extingue.
La presente Carta Apostólica en forma de Motu Proprio, con la cual apruebo ad experimentum, por un quinquenio, el único Estatuto, ordeno que sea publicada en L’Osservatore Romano.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 10 de noviembre del 2012, memoria de San León Magno, en el octavo año de Pontificado.
BENEDICTUS PP XVI

                                  Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

martes, 6 de noviembre de 2012

La Liturgia en palabras del Papa




Los siguientes párrafos pertenecen al libro "Dios y el mundo, una conversación con Peter Seewald". El Santo Padre responde a la pregunta del periodista:

Es imposible pasar por alto la crítica a la liturgia actual. Para muchos ya no es lo bastante sagrada. ¿Hace falta una reforma de la reforma para sacralizarla?

Necesitamos, al menos, una nueva conciencia litúrgica para que desaparezca ese espíritu hacedor. Porque se ha llegado al extremo de que grupos litúrgicos se autofabriquen la liturgia dominical. Lo que se ofrece aquí es, sin duda, el producto de unas personas listas y trabajadoras que se han inventado algo. Pero eso no significa encontrarme con la Alteridad Absoluta, con lo sagrado, que se me regala, sino con la habilidad de unas cuantas personas. Y me doy cuenta de que no es lo que busco. Que es demasiado poco y un tanto diferente.

Hoy, lo más importante es volver a respetar la liturgia y su inmanipulabilidad. Que aprendamos de nuevo a reconocerla como algo que crece, algo vivo y regalado, con lo que participamos en la liturgia celestial. Que no busquemos en ella la autorrealización, sino el don que nos corresponde.

Esto es, en mi opinión, lo primero; tiene que desaparecer es obrar individualista o desconsiderado y despertar la comprensión íntima de lo sagrado. En un segundo paso se podrá ver luego en que ámbito se podó en exceso, de forma que el contexto histórico global se torne más vivo y evidente. Yo mismo he hablado en este sentido de la reforma de la reforma. Pero, en mi opinión, esto debería ser ante todo y sobre todo un proceso educativo que ponga término al pisoteo de la liturgia con autoinventos.

También es importante para la correcta concienciación en asuntos litúrgicos que concluya de una vez la proscripción de la liturgia válida hasta 1970. Quien hoy aboga por la perduración de esa liturgia o participa en ella es tratado como un apestado; aquí termina la tolerancia. A lo largo de la historia nunca ha habido nada igual, esto implica proscribir también todo el pasado de la Iglesia. Y de ser así, ¿como confiar en su presente? Francamente, yo tampoco entiendo por qué muchos de mis hermanos obispos se someten a esta exigencia de intolerancia que, sin ningún motivo razonable, se opone a la necesaria reconciliación interna de la Iglesia.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Mensaje del Santo Padre a los peregrinos



Con ocasión de la peregrinación internacional a Roma organizada para el 5° aniversario del Motu Propio Summorum Pontificum, Su Santidad el Papa Benedicto XVI envía su saludo cordial a todos los participantes, asegurandoles su fervorosa oración.
Por su Motu Proprio, el Santo Padre deseó responder a las expectativas de los fieles ligados a las formas litúrgicas precedentes. Ciertamente, como escribe en su carta a los obispos para presentar el Motu Propio, es bueno conservar las riquezas que crecieron en la fe y la oración de la Iglesia y darles su justo lugar, todo en pleno reconocimiento del valor y la santidad de la forma ordinaria del rito Romano. En este Año de la Fe, promulgado mientras la Iglesia celebra el quincuagésimo aniversario de apertura del Concilio Vaticano II, el Santo Padre invita a todos los fieles a manifestar de manera particular su unidad en la fe; así serán eficaces agentes de la nueva evangelización.
Confiando a todos los participantes de la peregrinación a Roma a la maternal intercesión de la Vírgen María, el Santo Padre les envía su Bendición Apostólica.

+ Cardenal Tarcisio Bertone
Secretario de Estado de Su Santidad